Abrir el alma, decir en silencio, soltar, abrazar sentimientos, hacer que un capullo –en el momento menos pensado– se trans-forme en mariposa. Aquí, en este primer libro, encontré la respuesta: simples escritos de alguien que jamás escribió; pero cree que «siempre habrá mariposas» que nos recuer-den la experiencia de transmutar, de soltar lo que llevamos dentro de nosotros. Vale la pena. Vale la vida.